Transcurridos los primeros cuatro meses de gobierno del Alcalde municipal, es importante ver cual es la real posición de un concejo que muestra indecisiones y señales de no saberse amoldar a la forma de gobierno del actual burgomaestre.
De esta manera, se distinguen tres grupos uno liderado por el PIN que no ha sabido liderar una real y efectiva oposición al alcalde haciendo uso de un control político eficiente y eficaz. El otro grupo se subdivide en dos posiciones “como ellos mismos dicen en la coalición de los que votaron por el alcalde y los que no”, la primera conformada por el partido verde y el G-8 de Yamil Arana y la segunda conformada por Farith Nazzar, Juan Caballero, Carlos Cárcamo y Fejed Alí.
Los movimientos hasta ahora realizados van desde una oposición que hizo ganar el primer round a la coalición del PIN, y otra en la que se tratan despectivamente entre ellos.
Una oposición sin ideales es una perdida de tiempo y una sumisión a lo que el alcalde diga también lo es, así para que los integrantes de este concejo hasta el 2015 no se quemen han de saber jugar el rol de la política de una manera diferente con una argumentación y posiciones claras y contundentes sobre Magangué.
Hasta el momento parece que hay un punto de inflexión, en el que oposición y alcalde no dan su brazo a torcer, donde por lo menos en puntos neuralgicos ha ganado la coalición de oposición en el concejo, la elección de junta directiva, elección de secretario de concejo, personero, gerente ESE municipal, caida de acuerdos por falta de publicación y el round de moda aprobación del plan de desarrollo.
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